LA ANSIEDAD ES CONTAGIOSA   Objetivo de hoy: Determinar si tu ansiedad es tuya y establecer cómo inmunizarte. Las personas podemos sentir a través de nuestro sistema nervioso, sensaciones o emociones que nos son nuestras, por el efecto de las neuronas espejo que juegan un papel fundamental en la empatía y el aprendizaje. Quizás la integraste  en tu infancia aprendiéndola de tus padres y familia. Y ellos igual. No tenemos tan lejos una guerra y una postguerra, por lo que puede ser un patrón heredado. Descubrir esto puede dar un soplo de aliento, porque abre varios caminos y posibilidades:  A- Inmunizarte, protegerte, no permitir que te influya. B- Transmitirle calma a esa persona, para que por el mismo poder de las neuronas espejo, empatice contigo. Puedes reaccionar con sosiego en situaciones de tormenta. C- Hacer alquimia y transmutar esa preocupación ajena en oportunidad para ti y/o para ella. Incluso para estrechar lazos. D- Tomarlo como una señal de que hay algo pendiente de atender, ya que si un asunto te “toca” es posible que viva dentro de ti. También es posible que si sientes ansiedad se la estés transmitiendo a otras personas que conviven contigo. Ojo con transmitir a los hijos e hijas tu ansiedad y luego tratarlos  médicamente como que tienen TDA.   ACCIÓN:  Profundizar ¿ tu ansiedad es tuya? ¿De quién es y qué hace para contagiarte? ¿Esa persona te la transmite o eres tú quien la absorbe? ¿qué puedes hacer para evitar hacerla tuya?  ¿La estás propagando tú también? ¿Cómo le vas a transmitir tu calma?

ERES  RESPONSABLE SOLO DE TU VIDA Objetivo de hoy: Responsabilizarte de tu vida y no sentirte culpable o responsable por actos que no dependen de ti. Este capítulo tiene dos intenciones: PRIMERA – LA RESPONSABILIDAD  TE DA EL PODER Tú eres la persona responsable de tu vida, tú eres quien te  salva, tú eres quien  te cuida. Salvo cuando eras niña o niño, que eran tus padres los responsables, tu vida adulta es consecuencia de  las decisiones que hayas tomado en el pasado. Sentir la responsabilidad no es sentir culpa, puesto que  la culpa es mentira y es inútil. Cuando  tomas la decisión de hacerte  responsable  de tu vida, sin que nadie te dé el permiso,  sino   tomando tú la iniciativa, estás  cuidándote,  liberándote y dándote el permiso de conseguir tus sueños. SEGUNDA – NO ERES  RESPONSABLE DE LA VIDA DE OTRA PERSONA Salvo que seas padre o madre con hijos e hijas dependientes, no tienes porqué tomar la responsabilidad de la vida o bienestar de  otra persona, ni siquiera tu pareja.  ACCIÓN: Escribir en qué aspectos crees que necesitas el permiso de alguien en lugar de tomar decisiones. De qué  has responsabilizado a otra persona por asuntos que te corresponden a ti. No estaría mal decirle a esa persona que te equivocaste. Sentir el poder que te da el tomar las riendas. Dejar de solucionarle la vida a alguien para facilitarle que él o ella tome la responsabilidad de su vida.