Relajación sensorial con el tacto
EL TACTO Beneficio: Relajación sensorial con sólo tus manos El tacto te puede regalar una explosión de sensaciones si le prestas atención. Es un sentido que no tenemos demasiado potenciado pero que nos puede traer mucho goce si lo sabemos potenciar. ACCIÓN: En compañía de música y buen olor, dirigir tu atención a tus manos. Comenzar frotando tus palmas suavemente entre sí y notando la sensación de calor y fricción que se crea a la vez que se despierta la sensibilidad. Para que sea efectivo, realizarlo al menos durante 10 minutos. “Lleva suavemente tus manos hacia tu rostro. Siente el calor y la suavidad de tus dedos mientras acarician tu frente. Los movimientos son lentos, casi imperceptibles, como si estuvieras tocando algo sagrado. Deja que tus dedos se deslicen hacia las sienes, aplicando una ligera presión circular. Siente cómo cada giro disuelve la tensión, liberando un suspiro silencioso desde lo profundo de tu ser. Tus dedos continúan su viaje, ahora trazando el contorno de tus cejas. Es un toque delicado, lleno de ternura, como el roce de una brisa suave. Baja hacia los párpados cerrados, acariciándolos con una ligereza infinita, permitiendo que una sensación de calma se derrame sobre tus ojos cansados. Deja que tus manos se deslicen por tus mejillas, notando la suavidad de tu piel, y luego hacia tu mandíbula, masajeando suavemente los músculos rígidos hasta que se relajen por completo.” Con esta misma suavidad, puedes regalar a cada célula de tu piel una suave caricia ofrecida desde el amor. Puedes pasar por tu cuello, tus hombros, brazos, codos, manos con sus dedos y uñas, pecho, estómago, caderas, muslos, piernas, rodillas, tobillos, pies y dedos. Escribir sobre las nuevas sensaciones y descubrimientos que has experimentado. También sobre si ha sido fácil mantener la atención en esa exploración.