Pasar tiempo de calidad con la familia implica un enfoque de estar presente y tener en cuenta las consideraciones de cada una de las personas, implica también interactuar hablando y practicando la escucha activa.  Todo esto contribuye a un mayor conocimiento personal, ampliar la conexión emocional fortaleciendo las relaciones y creando recuerdos preciosos.  Pasar tiempo, por otro lado, puede ser simplemente compartir espacio sin un enfoque profundo en la interacción o la conexión. Esta situación de compartir espacio sin tener interacción, algunas personas lo pueden vivir como tranquilidad pero para otras puede que sea una negación de su persona y sus necesidades emocionales. En un lugar dónde no se interesan unas personas por otras , no se pregunta ni se apoya, no es un hogar, es un albergue. La familia es cierto que no la elegimos y no tenemos porqué compartir ideas ni valores,  pero eso no es motivo para  que dejemos de querernos y de apoyarnos mutuamente. El sentido de la  familia es  entender nuestras  diferencias con verdadera aceptación de las características y talentos que   nos han sido regalados al nacer. La familia puede funcionar bien como equipo, aprovechando nuestras diferencias porque muy probablemente nos complementan si sabemos  funcionar en conjunto. ACCIÓN: Chequear el listado y decidir si aplicar estas ideas o las va a integrar a partir de hoy.

Las personas somos sociales y cuando encontramos nuestra “tribu” , o grupo en el que compartimos intereses y aficiones, , nos sentimos  entendidas, que podemos ser más auténticas  y disfrutamos de nuestra particularidad en compañía. No sólo tenemos una tribu, si no que todas las personas normalmente tenemos varias aficiones, intereses e inquietudes,  y para darle atención a cada pedacito de nosotros/as, podemos estar en varios grupos o comunidades. En caso de que no tomes tiempo para estar con un grupo, te animo a que lo hagas porque te vas a sentir muy bien. Si ese grupo no funciona, puedes buscar otro de la misma temática. Pueden ser:Grupos de aficiones, club deportivos, escuelas de música o baile, club de lectura, de senderismo, comunidad de meditación, gremio profesional,  una ONG … Importante que tu comunidad sea realmente la tuya, si estás en la de tu pareja por compartir afición juntos, puedes buscar también la tuya aparte para que tu alma se sienta atendida. ACCIÓN: Escribir las tribus en las que estás y las que te gustaría estar. Es posible que aparezcan pronto.

Compartir tus sentimientos y preocupaciones con alguien de confianza, ya sea un amigo, familiar o terapeuta, suele hacer que nos sintamos mejor por varios motivos: Te sientes escuchada/o: y eso te hace sentir querido/a y protegido/a Le quitas importancia: A veces cuando hablamos de ello nos ayuda a relativizar y darnos cuenta que no tiene tanta importancia. Te pueden surgir ideas: Sobre cómo mejorar ese aspecto. Te conocen mejor: Cuando expresas cómo te sientes, favoreces   que la otra persona empatice contigo Obtienes ayuda extra: Muchas personas por puro instinto de protegerte te van a brindar su ayuda. Consideraciones: Elegir bien  las personas con quienes quieres compartir tu sentir, ya que no todo el mundo practica la escucha activa. Puedes verbalizar que lo único que esperas de esa persona  es poder hablar, no necesitas que nadie te resuelva nada ni estás pidiendo consejos, ni te estás quejando, sólo te estás expresando con sinceridad. ACCIÓN: Comentar con una o varias personas de tu confianza, algo que te inquieta. Si quieres algo de esa persona, o lo que vas a hablar le concierne, para eso  hay otro ejercicio que consiste en empatizar sin reproches, exponer cómo te sientes con lo que dice y hace y después realizar una petición clara y realista.