La danza africana o afroide (de origen africano) es una expresión cultural que tiene profundas raíces en la conexión con la tierra, la naturaleza, los ancestros, el ritmo y la conexión entre el clan, la tribu o la comunidad.
Muchas danzas africanas están ligadas a rituales de celebración, como la cosecha o el paso a la edad adulta. Otras al culto a dioses que representan elementos de la naturaleza. Estas celebraciones nos recuerdan la interdependencia entre los seres humanos y la tierra, y cómo nuestra supervivencia y felicidad están intrínsecamente ligadas al mundo natural.
ACCIÓN: En el exterior o en casa puedes practicarla en un espacio libre de obstáculos, en un suelo limpio, descalzo/a y con ropa que te permita buen movimiento y en un momento del día que te sientas con más ansiedad que para la mayoría de las personas suele ser por la tarde. Para envolverte de la música, mejor utilizar auriculares de deporte, de esos que no se caen con el movimiento.
La música puedes buscarla por música tradicional africana o tambores africanos.
La idea es bailar haciendo ritmo con los pies al compás de la música. No es importante si el movimiento es bonito o no, ni siquiera que vaya a tiempo. Para el propósito de relajarnos, el foco tiene que estar en conectar con la tierra a través de los pies, dejándonos llevar, por lo que nos inspira la música.