MOVIMIENTO ARBÓREO
Estando descalzo /a
Colocar las manos arriba como si fueran ramas e imaginar que se van moviendo al ritmo del viento, dejándote llevar y visualizándote que estás integrada/o en un árbol, sintiendo como tus pies están enraizados en la tierra.
Tus movimientos son pausados, al igual que tu respiración.
La música de fondo es de viento y bosque.
ACCIÓN:
Realizarlo por más de 5 minutos. Cuando tus brazos estén cansados, mejor relajarlos hasta que te apetezca volver a subirlos.
Es una posición totalmente cómoda y orgánica, sin más pretensión que sentirte que eres naturaleza.
El secreto es que el movimiento sea muy lento, puedes hacer que la cabeza también se acompase lentamente, buscando siempre la comodidad.