La búsqueda constante de la perfección puede generar una presión innecesaria sobre ti, renunciar a ella tiene muchas ventajas:
– Te permites cometer errores.
– Cultivas una mente abierta, flexible y creativa.
– Ahorras tiempo
– Te haces la vida más fácil.
– Evitas conflictos con los demás por aceptarlos.
– Disfrutas más del presente al dejar de preocuparte por el futuro.
– Te da libertad para experimentar y aprender.
– Te libera de la sensación de fracaso.
Estos ingredientes pueden hacer que tengas una vida más relajada y por tanto que disfrutes más del camino.
ACCIÓN: Hacer la renuncia y escribir tus anotaciones personales como otras renuncias o nuevos propósitos.